Querido alumnado terrícola, mi
primer viaje en el tiempo está resultando fascinante. Estoy paseando por
tierras andaluzas en época de la prehistoria , aquí he encontrado sitios que
jamás hubiera imaginado y gente que me está enseñando mucho sobre su día a día.
Intentaré contaros todo lo que he podido notar:
PALEOLÍTICO
La vida diaria del Homo Sapiens-Sapiens en el paleolítico es muy
diferente a la de vuestro tiempo actual. Los seres humanos se organizan en tribus cuyo
ritmo vital depende de la búsqueda de
alimentos (economía depredadora). Poseen una dieta variada de frutos del bosque
y animales. Por tanto, tienen una actitud nómada,
en busca de nuevos sitios que explorar, y siguiendo las grandes manadas de
animales. Suelen habitar cerca de cuevas o
abrigos rocosos, construyendo cabañas y tenían como referencia algún valle o la
orilla de algún río.
Fabrican útiles de piedra, rellenando muchas horas de su tiempo en esta
labor. Se sientan después de elegir las mejores piedras de los ríos y golpe a
golpe, demostrándome una técnica depurada que pasa de generación en generación,
elaboran distintas herramientas: raederas, buriles, bifaces, perforadores,
etc….
Entienden la naturaleza y sus
ciclos.
Respetan a los animales y los temen a la vez, y poseen ceremonias y
ritos relacionados con todos los elementos de la naturaleza.
Sin duda, el fuego es el elemento mágico por excelencia. Aprendieron a
controlarlo hace miles de años, según me contaron, y más tarde a crearlo. En torno
a él, la vida palpita y discurre, siendo muchas sus funcionalidades: les
ilumina en la noche, les protege de los peligros, les cocina los alimentos y
les da calor en los fríos inviernos de esta época. Pero sin duda, la funcionalidad que más ha
llamado mi atención es la que adquiere el fuego al atardecer de cada día.
Cuando el sol se va y se queda la noche durante horas, estos hombres y mujeres
rodean al fuego y cuentan historias y leyendas, configurándose así como
elemento cohesionador del grupo. Solo el fuego sabe la historia de los hombres,
solo el fuego conoce el albor de nuestra estirpe.
Pinturas
rupestres: en lo más profundo de las cuevas pintan animales y símbolos
extraños con un fín propiciatorio. La imagen adquiere cualidades mágicas y el
Chamán representa el mundo del más allá, el mundo de los dioses y los animales.
-
Arte
mobiliar: figuras relacionadas con cultos a la fertilidad.
He visitado una cueva en Andalucía que me ha fascinado, está en la provincia de Málaga, en la localidad de Benaoján y se denomina "La Cueva de la Pileta". Esta cueva tiene una población de unos 50 individuos. Pero un viajero en el tiempo amigo mio me ha contado que se olvidó durante siglos hasta que ustedes, los seres humanos del futuro, la encontraron.
POSITIVOS ESPECIALES:
))
- El primero que me cuente cómo se descubrió esta cueva.
-
- El primero que me diga qué otros simios convivían con el Homo Sapiens alrededor del 40.000 ac.
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